EL ELEMENTO ETERNO. Parte 1

EL ELEMENTO ETERNO

Por Santiago Nápoli
(con adaptaciones de “Pawn of Prophecy”)


Año 1080 de la tercera Edad


Otoño. Feliz estación, al menos cuando comienza. El sol cae fuertemente en un intento por traspasar las ya marrones hojas, las cuales no ceden hasta que, irremediablemente caen. La brisa entremezcla sus melodías con los árboles y el mencionado carro refulgente (sol), creando así el contrapunto más largo e intrincado de toda la temporada. Sin embargo, algo nos dice que entendemos esa música, esa palabras que son habladas por la densa niebla y el profundo mar, (aliados incondicionales), el consolador viento y el inestable fuego. Algo nos llama en esas melodías, un lenguaje, secreto, pero a la vez presente dentro de cada uno de nosotros. Descifrarlo: tan imposible como crear una estrella, en otoño. Feliz estación, al menos cuando comienza.
El destino los trajo Eriador. No comprenden cuál será su trabajo aquí, pero les suena que es algo no tan corto y banal como lo parece..
Tres carretas atraviesan el Gran Camino del Este. ¿A Rivendel? ¿A Moria? ¿a Rhundaur? No lo saben. Apenas subieron ayer, cuando, en una posada a la vera del camino, se los reclutó para este trabajo. Prometieron 20 Monedas de Oro y comida. Luego incluyeron 10 más para que no se hicieran preguntas ni se revele nada a nadie. Por lo visto, la cosa es secreta.
Pero: ¿Cuál es el secreto?. Aquella esbelta mujer de 30, de vestimenta campesina dijo:
- Queremos que sean comerciantes, o al menos que los acompañen; transportaremos nabos. Por ahora no puedo decirles más. O nos acompañan, o siguen con su vida. -
Y es sabido que el misterio y el secreto despiertan curiosidad, más aún cuando se está necesitado de dinero, aventuras, viajes, fama, y demás cosas que a veces no se pueden conseguir por sí solas en la Tierra Media.
Hoy, temprano al alba, fueron despertados por esta mujer, y, hace tan solo unos minutos, montaron las carretas llenas de nabos, y partieron hacia el este. Ahora mismo, cada uno va situándose en la carreta que más cómoda le parezca. Una es manejada por la mujer y un anciano de aspecto malhumorado, mientras que las otras dos van por detrás, mansas, siguiendo a la líder. Los caballos parecen animados, y deseosos de avanzar.
No conocen absolutamente a nadie del grupo, pero sospechan que no fueron seleccionados al azar, ya que, si bien todos confluyeron en la misma taberna a la hora de ser reclutados, cada uno estaba allí por diferentes motivos. Los mismos no eran de gran importancia, o al menos, podían esperar. Después de todo: ¿Cuánto puede durar un traslado de nabos para su venta?. Ésta pregunta dispara automáticamente otra: ¿Qué hago YO transportando nabos? ¿Qué lugar tengo en este grupo?.
Conocen, sin embargo algunas de las razas por las caras que ven. Asumen que los reclutó una mujer Dúnedain, cuyo acompañante es un anciano humano de raza indescifrable, y un joven de unos 13 años. Hay también una mujer Rohirrim, que parece de alta estirpe. Un enano joven y hosco, y un hombre no tanto, aparentemente proveniente de las tierras del este. Hay con ellos un dúnedain de capa, un beórnida, grande y corpulento, y un hobbit que, como en pocas ocasiones sucede, se aventuró fuera de los lindes de Bree y La Comarca.
Se supone que en algún momento se sabrá que es lo que hay que hacer. Por ahora, mejor será disfrutar del primer día de viaje, aprovechando el clima, templado y soleado, y el paisaje característico de un reino en su esplendor.

Historia: -Gegren-

"Un hombre proveniente de La Ciudad del Lago (ubicada entre los ríos Largo Largo y Río del Bosque), en la cual vivió toda su infancia y juventud de manera considerable junto a su familia, conocido como Gegren [del cual relataré un poco su vida]. En su infancia solía jugar con sus amigos trepando a los árboles, lo que le dió una gran habilidad en trepar. A medida que fue creciendo adquirió conocimientos sobre su actual profesión, de su mentor, que lo oriento hacia las artes de ser un animista, siempre quizo serlo pese a que su padre deseaba que fuera un herrero como él.
En su juventud se dedicó al estudio de la canalización y creció su fanatismo por la naturaleza a la vez el odio por la lucha cuerpo a cuerpo pese a que solía leer a la noche las hisotrias de la ciudad y batallas contra el mal.
Cuando el tenía 28, y ya siendo afamado e importante en la ciudad, ejerciendo como gran maestre animista y mano derecha del alcalde, fue acusado por un enano que estaba justo de "paso" en la ciudad y que pese a su fea barba, olor pestilente y pésimo gusto culinario, no dudo en llevar a juicio a un animista humano, que al estar convirtiendose en una figura pública imponente por su habilidad de curación, debió sacar de su paso para que su títere (un soberbio elfo) accediera al poder. Gegren fue acusado de usar las artes de la nigromancia (mito falso) y perdió el juicio. Toda una maniobra política dificil de explicar, pero excelentemente ejecutado por Membril (enano) y el elfo silvano Kurdul.
No abría que entrar en detalles del juicio, de como se marchó de la ciudad y de su despedida con sus amigos y familia, aunque no habría que pasar de alto que su maestro de animación antes de irse le dió una capa con características mágicas.
Durante los los siguientes 23 años, no se supo que hizo y a que se dedicó, su actitud mística devela, que, pese a su joven vejez, ha tenido vairas experiencias que lo convierten en un sabio, sí, un sabio que ha vivido mucho tiempo solo, ermitaño, nómade, que con tan sólo su experiencia, larga como su barba, épicas batallas ganaría. [Luego de dicho esto, pasaré a decirle Gegren "el sabio"], hombre abandonado por la sociedad, nacido de Gegren y Malta, aprendiz del sabio Junkar y adoptado por la naturaleza..."

Turno 1: -Gegren "el sabio"-

["Dios sabe como llegó a esta taberna lejos de su hogar, habiendo relatado la historia procederé a relatar su motivo de la estadía en la posada], Gegren conocía que Gremli hijo de Membril "cara de membrillo" (como le solía decir), estaba por esos pagos, buena oportunidad para vengarse de lo que había echo su padre. Decidió ir a la taberna donde estaba el enano y difrasarse de hombre del este (oriental), escudado por una cerveza y ropa oriental observó al enano, vio y escuchó, que estaba hablando con personas que al parecer lo estaban contratando para hacer una labor. Además en la taberna había un beórnida, mujer Rohirrim, un Dunedain y un Hobbit, sin olvidar al tabernero.
Luego se le acercaron a él un grupo de gente amigable, le hablaron y ofertaron ir con una caravana de comerciantes, lo que aceptó rapidamente, sin prestarle atención al contrato, aunque le prometieron 10 monedas de oro.
Además de su venganza personal, él intuía un aire diferente en el ambiente, como si estuviera por pasar algo raro, por eso se le acercó a la hombre Beórnida, para matar el tiempo, y le dió un poco de charla, le cayó bien, tiene un buen sentido del humor pero apestaba un poco, hablaron de cosas chabacanas y el beórnida le contó que también lo habían contratado a él. Gegren lo invitó a otra cerveza y continuaron hablando"

Esta cayendo el sol, el cielo se confunde entre un anaranjado y rosado opacos, y un inmenso y abrumador gris sobre mi. Estoy un tanto preocupado, la soledad y falta de dinero pesan demasiado, igualmente, ya estoy acostumbrado. Siendo un vagabundo sin escrúpulos, hábil para hacechar y eliminar gente sin muchas dificultades, segui con mi vida, poniendo delante mi propia supervivencia antes que mis ideologías, hace tiempo qe habito este mundo de esta patética e intimidante manera, es natural, y no pienso cambiar, no por el momento.
Me quedé sin tabaco, tengo poco dinero, pero muero de hambre, y me apetece algo de cerveza, la noche es larga, al diablo, soy un asesino, si lo necesito, puedo robar, mas bajo no puedo caer. Camino exitadamente por el sendero de tierra qe lleva a la taverna, quiero comer ya, y de paso, si la suerte me acompaña, puede que consiga algun trabajo, quien me necesite, sabe que en las tabernas de mala muerte como esa facilmente puede encontrar a alguien como yo. Oh, si, he llegado, al entrar me senti un tanto aliviado, camino hacia la mesa que esta en el rincón, mi lugar preferido, vacío. Dando lentos pasos observo a cada uno de los que estan en el lugar, los primeros que llaman mi atención son un enano barbudo, y una pequeña persona, extraña, tiene casi la misma altura que el enano, pero es diferente, como un humano en miniatura, tal vez es deforme, se ve inofensivo; luego diviso a un enorme e intimidante guerrero, o eso creí; también noto a una mujer que esta por ahí, que en estos momentos habla con un grupo de gente que no tiene nada para destacar. Todos tienen pinta de mercenarios, es un desastre, que tipo de casualidad hizo que terminaramos todos aca?, tengo qe olvidar por completo de mi necesidad te conseguir algun trabajo, me acomodo mejor y me relajo, pido que me sirvan un buen trozo de carne asada, y una pinta de cerveza. Justo en el momento en que estoy por hincar mis cuviertos sobre la carne, escucho como se abre la puerta de entrada, y me vuelvo hacia ella. Un hombre de unos 50 años, pero con un físico que parece ajeno a su edad entró. Lo observo unos instantes, y veo qe su mirada se posa en el enano, supongo que lo conoce de algún lado, su reacción al verlo fue como de sorpresa, sin embargo, no se le acerca. Existirá la posibilidad de que este hombre requiera de mis servicios?, no lo se, quiero dejar las preocupaciones a un lado por esta noche. Sigo comiendo, y veo como el mismo grupo que anteriormente hablaba con la mujer, se dirige hacia el recién llegado.
Termino mi cena, estoy muy cómodo en mi asiento, me apetece fumar con mi pipa, pero recuerdo qe ya no tenía tabaco, un momento perfecto, arruinado, estoy por levantarme y dirigirme hacia el tavernero para pedirle un poco, cuando el mismo grupo se me acerca. Los obsero con curiosidad, parecen simpáticos, no tengo deseos de hablar por que sí, quiero un trabajo, y es por esa esperanza qe los voy a escuchar.
Gracias a dios, que me importa que es lo que realmente quieren transportar, o qué pretenden, gracias a mi agudeza logré que subieran la paga por mis servicios, servir como guardia durante un viaje en carreta, a 30 monedas de oro por mi silencio, el cual no me hubiera interesado romper, por más que me hubiesen pagado solo las primeras 20 monedas de oro que me habían ofrecido inicialmente.
Estoy de buen humor, conseguí que el tabaco que tanto anhelaba, conseguí un trabajo altamente pago, conseguí desvanecer mis preocupaciones por el momento.

Alklord

Los días aun no dejan de pasar, la brisa del verano se desvanece y comienza el otoño. Nacido en las tierras del norte, me crié con mis padres y un hermano bastante mayor quien falleció en combate.
Mi padre y su padre eran los mejores herreros del pueblo y fue así como adquirí mis grandes dotes para la forja, fabricación de espadas, yelmos y hasta joyería.
A la edad de 16 años concluyó mi niñez y me vi obligado a entrenar para en un futuro defender la aldea que tanto había amado. Fue cuatro años después cuando recibí uno de los mas hermosos y valiosos tesoros de mi padre: La Púa de Midalia. Su poder era fantástico, una hermoso cristal de topacio relucía en su mango la que le proporcionaba increíbles poderes por muchos rivales desconocidos. Fue ese el ultimo día que vi a mi padre, luego de dejarme su herencia marcho hacia el sur y nunca tuve noticias de él.
A la edad de 25 años en un viaje hacia los bosques nevados en busca de pieles y carne me tope con un grupo de orcos que al parecer viajaban hacia el norte en busca de guerra. Mis intentos por advertir a mi pueblo fueron vanos, fui capturado y llevado a través del bosque.
Unas horas mas tarde los orcos sufrieron una emboscada Beórnida de la cual nadie sobrevivió excepto yo. Decidí volver a mi pueblo pero alguien se había adelantado y las llamas ardían por doquier. Cuerpos calcinados de osos (quienes habrían sido Beórnidas frente al miedo y el terror) y hombre, de niños y mujeres llenaban el trágico paisaje. Nadie sobrevivo, el único Beórnida de mi pueblo era yo.
Totalmente repleto de ira y sed de venganza decidí viajar hacia el sur, Buscando quizás un futuro, quizás alguna alianza, ni yo lo sabia, pero nada me unía a mi tierra ya.
Con la lanza que recogí entre los restos de la emboscada, me propuse a viajar.
El camino era terrible, tormentas de nieve y viento azotaban mi cuerpo sin cesar. Las pieles que me cubrían estaban frías y cubiertas de nieve pero eran el único abrigo del que podía disponer.
Viaje hasta llegar hasta una ciudad a la que llamaban Eriador, de la que nunca había oído. Decidí buscar refugio de mi agotador viaje y entre impaciente hacia la ciudad.
Cientos y cientos de rostros mirándome como si fuera alguna clase de criatura salvaje y destructiva. Encontre entonces un lugar para hospedarme, era una vieja posada, con bastante mal olor y de paredes húmedas; pero estaba pagando con las pieles que me habían abrigado y no podía pedir mas. la ventana daba a una taberna a la cual me tente de ingresar al día siguiente.
Desperté sobresaltado por terribles pesadillas que me atormentaban; alguien golpeo mi puerta y al abrir note que era un hombre bastante viejo y al mismo tiempo no tanto, difícil de explicar, quien me ofreció una interesante proposición la cual debido a mi vida sin rumbo no tuve la opción de rechazarla. Después de tanto tiempo en soledad y penurias, quizás con esto podría un rumbo mas positivo, y poder concentrarme en vengar a mi pueblo pero la idea estaba ya lejana.
Me informo que me dirija hacia la taberna al día siguiente y así lo hice. El lugar estaba vacío prácticamente, pero a medida que pasaba el tiempo se llenaba de murmullos y olor a tabaco. Mientras miraba hacia un rincón, algo confundido por una extraña silueta que se escondía en la oscuridad, un joven y animado personaje se me sentó a mi lado, me invito a una buena pinta de cerveza y charlamos un muy largo rato. Mi mente se alivio al encontrar alguien para dialogar luego de tanto tiempo.
Un rato de charla y nos encontramos con una situación extraña, ambos habíamos sido llamados al lugar por el mismo hombre y el mismo trabajo; fue entonces cuando en la barra, apareció el viejo y nos llamo junto a una joven mujer, un personaje alegre que creí reconocer como un hobbit (por los cuentos de mi niñez) y un enano. Nos acercamos, mi nuevo amigo y yo y junto con nosotros también lo hizo la extraña figura del rincón.
Nos explicaron nuestra labor y nos dieron cobija por esa noche. Un trabajo extraño pero era el comienzo de algo nuevo, nuevas alianzas se forjarían en este viaje y eso me dio muchos ánimos. Al día siguiente partimos en nuestro viaje...

Historia de Gremli, El duro
Nacido en una aldea nómade, una bola de pelos que no se diferenciaba del resto...mujeres incluidas. Desde pequeño, su padre le instruyo en la batalla y lo hizo sufrir interminables retos fisicos, lo cual le reporto no solo dolor sino renombre en la aldea. Su madre murio cuando tenia 12 y el nunca la lloro. Dia a dia perdia sensibilidad por las cosas y recubria su corazon con una coraza de 50 capas de desinteres. Su procreador no hizo esta sucesion de calamidades por odio a su hijo sino para que fuera lo que el nunca fue, el mejor guerrero de la tribu. TURK , el rompe brazos, lider de la aldea, tenia mil hazañas que contar y nadie era mejor manejando el mangual que el. En cambio, Mimbril no era tan fuerte ni resistente como el resto de los enanos, que por ello lo discriminaban, sino que era el mas inteligente. Comerciaba, negociaba y persuadia a otros clanes y razas cercanas para establecer amistades, lo cual lograba pero nadie reconocia su esfuerzo por ser un trabajo que no incluia hombros dislocados, cicatrizes en todo el cuerpo y una buena dosis de sangre en la tierra.
A la edad de 18, Gremli fue tomado por TURK como su guardaespalda personal, debido a que su pequeñas aldea se habia convertido en un asentamiento muy grande, muy peligroso. Desde ese dia, se lo llamo El duro.
UN dia el padre escucho a Gremli decir= ojala tu hubieses sido mi padre...TURK.
Con su corazon roto, este enano sensible y pensante decidio que no tenia cabida en la aldea y se fue a La Ciudad del Lago. Desde ese día Gremli no supo mas de su padre aunque las malas lenguas decian que se lo veia acompañado de un elfo, cosa que Gremli nunca le perdono y por lo tanto no fue a su busqueda.
Con TURK entreno y a la edad de 20 decidio que su alma libre no pertenecia a una ciudad creciente y se marcho, no sin antes tomar como regalo el mangual que TURK le obsequio.
Gremli lo miro...decian q tenia una bendicion.Nunca entenderia las runas que alli estaban escritas, pero como era duro y potente no dudo en conservarlo.
Vago hasta la edad de los 23 por todos lados, tomando cerveza en las tabernas, matando un par de orcos y comiendo lo que venga.
Un dia un humano se le acerco para hacerle una propuesta, cuidar una carreta de nabos. 5 le iban a pagar, como a todo el resto, le dijeron. "Bueno si para todos es 5, para mi sera 10". Y asi el enano mezquino, adorador de los metales, se sintio feliz por su conquista de dinero, sin saber que los otros obtendrian la misma paga o mas incluso.
En una taberna se reunirian, el y los otros "comerciantes/protectores de mercancia".

DIA 1, TABEEERNA.....(ya estoy en el personaje)
A ver a ver....un hobbit(enano sin barba), un beornida(mas grande, mas ruido hace al caer), una humana con espada(tetas mas armas= sexy), otro humano charlando con el beornida(xq me mira, sera gay?) y otro tirado en un rincon.
Dicen que hay 3 carretas y que nos van a meter ahi. Me parece bien, despues de todo es mejor que dormir en las rocas del camino.
Me clavo otra jarra de hidromiel, ya van 3 y todavia no siento nada de nada. El tabernero se niega a darme otra, dice que sin dinero no hay bebida. Saco mi mangual , me subo a una silla para estar cara a cara y le digo "ah no? mas o guerra". Temblando, me da otra jarra y tambien una porcion de carne que andaba cocinando.
Los del grupo me miran pero nadie se atreve a decir nada. Si no les gusta mi estilo, traguensela. Yo soy Gremli, el duro, y hago lo que quiero

Dia 1:

La mujer Dúnedain por alguna razon que desconozco no me inspira confianza. Aun así, mis bolsillos gritan por la cantidad que ofrecen por transportar esa carga.... Y, de todas formas, una de las razones por las q vine a parar en esta taberna sucia es mero capricho y aburrimiento…así que no hay nada de peso que me haga desistir de la oferta!
No veo mucha promesa en transportar unas cuantas carretas con nabos, pero tanto misterio alrededor de algo tan vanal no puede sino encubrir algo fangoso. Y eso para mi, significa diversión.-
Tal vez debería preguntarle a los otros que convocaron para este asunto si saben a qué se debe el suspenso...aunque se ven un poco perturbadores.
El Hobbit tal vez sea un sujeto mas afable para empezar…parece bastante simpático. El Enano parece no haber visto una mujer en eras…de hecho, aparte de la señora Dúnedain, soy la única mujer en este lugar. aunque debo decir que a pesar de lo tosco, tiene la mirada apacible.
Por el tamaño presumo que el hombre de barba rojiza es un Beórnida. Nunca había visto uno en persona, y se ven más feroces de lo que esperaba. El hombre del bosque se ve bastante intrigante, y aunque trato de verle a los ojos, logra evadir la mirada. Aún así, son los más animados y están hablando hace un buen rato…por lo que entendi ellos también están en este asunto de las carretas.
Supongo que lo mas prudente es presentarme, a medias, claro. Con decirles mi nombre y proponer una ronda de Hidromiel es suficiente por ahora.

Bueno, eso no fue difícil. Aunque no son los sujetos más amistosos que haya conocido. La hidromiel rompió un poco el hielo, y así mismo me dio bastante sueño. Por suerte el contrato incluyó posada por esta noche…no emprendería viaje en este estado ni por el doble de lo que me ofrecieron.

Estoy intranquila. Tengo la empuñadura de mi espada en mi mano sin saber porqué. Nada que un poco de Camomila en lo que queda de mi vaso no solucione.

2

Se supone que en algún momento se sabrá que es lo que hay que hacer. Ahora, ¿será acaso lo mejor disfrutar del primer día de viaje, aprovechando el clima, templado y soleado, y el paisaje característico de un reino en su esplendor?…
La noche anterior había sido tranquila para el sueño. La posada contaba con camas mejores de lo esperadas por la mayoría de las personas en aquella comitiva. El sueño fue profundo y bello mientras duró.
Ahora, aquella taberna sucia y grotesca, pero cálida y acogedora, queda atrás mientras los primeros rayos del sol dan a los caballos la seguridad de ver el camino por el que avanzan. Su carga parece no pesar y se los ve deseosos de moverse, con ganas de andar. Así también parecen estar las personas que van en las carretas, solo que quizás con otra clase de matices para destacar, que hacen a su comportamiento frente a esta situación.
Todos, en parte, se mostraron hasta cierto punto amigables en lo general. Sin embargo, haciendo un detenimiento en cada uno, se observaron a simple vista rasgos muy personales que se manifestaron a lo largo de aquella fructífera noche.
Por otro lado, se vieron buenas señales por parte del grupo. Al menos todos se mostraron dispuestos a entablar conversaciones (algunos las inician; otros hablan, otros únicamente gruñen o gesticulan) y a aceptar un par de bebidas para facilitar el momento de presentarse. El ánimo era bueno, y todo eso surtió un cómodo sueño.

La mañana, sin embargo, puede no tener el mismo efecto. El sol de otoño es tremendamente reconfortante, y el camino parece estar poco transitado, cosa que quienes lideran la marcha (la mujer vestida de campesina y el anciano) agradecen. Se los ve taciturnos a ambos, como si estuvieran enojados, mas bien serios. Pareciera que hablan, sin embargo, con sólo mirarse. Extrañamente, no prestan una pizca de atención al resto del grupo, a diferencia de la noche anterior en la taberna, en la cual no paraban de mirar a quienes luego contratarían. De vez en cuando la mujer observa al carro de atrás, donde el muchachito que los acompaña juguetea con los nabos sobre los que se sienta. Sólo eso.
Los carros indudablemente van hacia el este, pero es imposible determinar hacia dónde exactamente. Y el grupo, que tan animadamente hablaba la noche anterior, más bien parece dormido o boquiabierto. ¿Los efectos de la madrugada otoñal? ¿el malhumor de esos dos? ¿el hecho de no saber absolutamente NADA? Cualquiera de estas razones es válida. Lo que se sabe es que, si no sucede algo, puede que el grupo esté en presencia de una de las jornadas más aburridas de su vida.

Turno 2: -Gegren "el sabio"-

Gegren se despertó de su profundo sueño aproximadamente a las 9 am, luego, se asomó por la ventana de la carreta para observar el paisaje, notó un clima excelente, mucho sol, poco viento y buena temperatura, era su clima favorito. Lástima que no podía estirar las piernas y disfrutar de la naturaleza, como solía hacer, ya que las carretas estaban en movimiento, entonces, tomó una rebanada de pan para desayunar, y habiendo terminado esto escribió en su bitácora, que la llevaba con él desde que abandonó su ciudad.

Mercaderes de Nabos: Día 1

Estoy en una carabana de vendedores de nabos, voy en la carreta de atrás de las tres que hay, nuestro destino es un lugar del este, que no sé cúal es, igual no me importa, me interesa más el motivo por el que vamos.
Por el momento hoy dormí muy bien, pese a estar en una carreta y sufrir el tambaleo del transporte. Comparto la carreta con un beórnida que ocupa casi todo el espacio y un hobbit que parece no hacer nada más que respirar, están los dos dormidos.

Escrito esto Gegren dejó su bitácora en la mochila y despertó a Alklord. Quería charlar con alguien, estaba media aburrida la cosa y además sabía que los beórnidas solían dormir mucho en invierno, pero en otoño no les gustaba descansar demasiado.
El hombre peludo parecía estar medio sudado, al parecer el calor lo afectaba, la gota de sudor que le recorría la barba era espeluznante. Igualmente parecidos; los dos del bosque, amantes y protectores de la naturaleza, y disupuestos a nuevas aventuras. Una vez despertado el bárbaro, lo saludo y le ofreció pan. Luego de un rato Gegren le dijo al peludo y torpe "humano":

- ¿No te parece extraño que no nos dicen para que nos quieren ni a donde vamos?, creo que deberíamos empezar a preguntar, no sé, pero la mujer vestida de campesina, es realmente extraña, y el viejo bizarro que nos conduce, no confió en él. Sí sí, el niño me cae bien pero, viste la mujer rohirrim que nos acompaña en la segunda carreta, es de la alta alcurnia, no nos debería estar acompañando. No sé a aca huele algo mal y no son precisamente los nabos. Deberíamos investigar, a la tarde tal vez, ¿me acompañarás?.-

La noche era calida y el calor me abordaba. Cientos y cientos de grillos se oian por las delgadas pero acojedoras paredes. El sueño lo logre conseguir muy tarde, y el despertar bastante temprano.
Sin mediar palabras me dirigi junto a mis nuevos compañeros hacia las carretas. Apenas podia mantener mis ojos abiertos cuando, ya afuera, el sol impactaba directamente en mi cara y caminaba con desprolijos pasos. Me sente primero en la carreta, me acomode bien e inmediatamente cai nuevamente en un breve pero profundo sueño.
El calor me altera y me producia terribles pesadillas que me recordaban a mi pueblo. Me levante bañado en sudor y a mi lado estaba el buen hombre que me habia invitado unas buenas pintas la noche anterior.
Mire sus manos y sonrei, me causo gracia el cuaderno que llevaba, ese tipo de cosas no son para mi pero las respeto. Entonces al percatarse que habia despertado el joven hombre comenzo a hablar a lo que respondi:

-Te soy sincero, en mi noche de desvelo pense sobre todo esto, y si es muy extraño pero lo que me impacienta es el "porq" como a ti. Obviamente nos espera algo de lo que debermos tener cuidado. Algun peligro aguarda en estos caminos y nosotros seguramente seremos los guardaespaldas.
Por fin algo de accion!! Nadie lleva nabos y contrata a tantos seres tan diferentes solo por gusto, pero dejemos que el futuro lo decida, yo por ahora estoy bastante comodo.

Callamos por unos momentos, mientras las carretas seguian su rumbo. Quede un largo tiempo mirando un hoyo que estaba en la madera que dejaba ver el suelo oscurecido por la sombra de la carreta, entonces volvi a hablar:

-Por las dudas, si enfrentamos algun tipo de peligro, lo que considero muy posible, mantente cerca, no querras ser alimento de orco o si? jajaja.

Diciendo esto ultimo cahi nuevamente en mis pensamientos y mis recuerdos de aquella niñez tan dejada atras...

El viaje siguio tranquilo entre murmullos y risas...

NABOS

Me levanto tarde, como todo buen enano.
Miro a mis costados y es todo oscuro. Estoy en el agua, hasta la cintura. Sobre mi cabeza, un balde y mas alla veo luz. Escucho sonidos que vienen desde afuera, pero no puedo salir. No soy bueno trepando y es empinado y largo el camino a la luz. De repente veo una cabeza barbuda que tira un plato. Cae en el agua y recogo lo q contenia pronto. Era comida, siempre la misma.
Desde una semana estoy aca...¿ cuando decidira mi padre que ya me he endurecido?
Cierro los ojos....y los abro de nuevo

Estoy en una carreta, con el hombre solitario y la mujer.
Me presento y les pregunto sus nombres...

Me despertaron unos pasos que oi, provenientes del pasillo qe daba a las habitaciones, como sufro el amanecer, odio abandonar la comodidad de la cama. Momentos despues, golpean a mi puerta y me avisan qe debo levantarme, ya es la hora, respondo con un "ya estoy despierto!" y me termino de desperezar, para terminar de vestirme, y acomodar mis pocas pertenencias.
Todavia esta obscuro, me piden que suba a la segunda carreta. No le veo nada de malo, asi que me adentro en ella. Ahí me encuentro con el enano, está acomodandose para volver a dormir. Me siento frente a él, busco la posición mas cómoda posible para pasar las siguientes horas de aburrimiento, justo cuando encontré el punto exacto, entró la chica rohirrim, y se dirigió al asiento de mi izqierda, no quedaba mucho espacio más, en frente, el enano ya estaba recostado. "La puta madre" pienso mientras me acomodo denuevo y le dejo espacio. Nos saluda, el enano duerme, yo respondo "hola", y saco mi pipa, mientras busco entre mis bolsillos, la bolsa de tabaco, las carretas arrancaron. Después de fumar callado por un par de minutos, solo se oían los cascos de los caballos y las grandes ruedas de madera girando sobre el camino de tierra, terminé por ofrecerle mi pipa a la rohirrim, para investigarla un poco. "querés?" le dije.

Una brisa suave y los tenues rayos del sol colandose por la claraboya me despiertan en el que por esa noche fue mi aposento. Al abrir los ojos tengo la sensación de estar en casa...pero luego (por un lado con nostalgia y por otro muy animada) caigo en cuenta de que no es así, y poco a poco me obligo a despertar.

Adoro esa sensación de lejanía, de no-pertenencia . Tal vez se deba a tantos esfuerzos que pusieron quienes me formaron en hacerme sentir parte inseparable de algo, sin considerar mis terribles bríos por ser libre.
Afortunadamente ya tengo edad suficiente, y aaquí estoy, calzandome mis botas y buscando mi espada en el arcón de la habitación, muy lejos de el que se supone sea mi hogar. y mas lejos aun de la que se supone sea mi forma de vida.

Salgo de la posada y veo que las carretas ya estan dispuestas para la travesía.
Me demoro un poco buscando entre las malezas alguna que otra hierba que pueda servirme para algo. Tan solo encontré un poco de Ruda y Eneldo, y unos cuantos Cardos que pueden servir para un par de cuestiones.
Saludo al hombre
Las señas de la Mujer Dúnedain me indican que suba a la segunda carreta.
Allí esta el enano dormitando comodamente en uno d los asientos...aparentemente no concilió un buen dormir anoche.
También esta el joven Dúnedain . La carreta no es tan comoda como la posada, los espacios son reducidos y el olor no es de lo mas agradable...pero supongo q no podía pretender algo mejor.
Luego de un seco saludo, encendiende una pipa y fuma callado.

El silencio en la carreta (sin contar los ronquidos que de tanto en tanto profería el enano) era bastante incómodo y aburrido. Para mi suerte, no duró demasiado. El dúnedain me ofreció de su pipa, a lo que por supuesto acepté.



-Si, porqué no...Gracias!
Al parecer no nos van a decir mucho mas de este asunto de los nabos....Auqnue francamente no me importa demasiado , necesito la paga, el misterio en si no me disgusta...Una combinación bastante agradable en lo que a mi respecta, si se tiene en cuenta lo aburrida que era mi vida hace unos cuantos meses. No hay mucho con que entreterse cuando a una la tienen cautiva como si fuera a romperse, aunque esp me haya dado oportunidad para aprender el arte de la espada y de las hierbas, de lo cualpara nada me quejo...

-Gegren "el sabio"-

A la tarde y despúes de una siesta Gegren decidió pasarse a la carreta que estaba adelante para hablar con sus empleadores (ya que el beórnida no lo quizo acompañar). Al entrar, pidió permiso, saldo y luego de una típica charla de compromiso, (¿cómo andan?, ¿están cómodos?, etc), les preguntó:

Señor y señora, me encantaría saber su nombre primero que nada, ya que nunca lo ha mencionado. Luego me encantaría decirle que aca estoy muy cómodo.
Quería decirle que me parece un trabajo muy simple para tanta gente este asunto de los nabos, creo que nos debe decir nuestro VERDADERO labor o por lo menos hacia donde nos dirigimos, no se, creo.

Escucho con interés a la rohirrim, resultó ser bastante simpática para estar tan armada. Según lo poco que hablamos, me inspiró que era inexperta en el "arte del vagabundeo", una "iniciada". Pero no niego que pueda llegar a tener un gran potencial con la espada y herbología. A pesar de todo, mi paranoica manera de ver a los desconocidos hizo que se me cruzara por la cabeza la idea de que me estubiera mintiendo, pero su mirada no lo hacía, asi que me relaje un poco.

-Ahá, los viejos no se ven muy cooperativos, igual, siempre hay maneras de conseguir la verdad, es cuestión de voluntad, y ensuciarse un poco las manos. Y si, el misterio es algo seductivo, pero va y viene. Además, éste no es fue tan interesante, tengo una ipótesis, qe ya se va a confirmar.
Ja ja, así que sos de una familia importante?, es raro ver a alguién como vos, manejandosé sola por el mundo, nómade. Me gustaría ver que tan buena sos con la espada, por ahí me podrías enseñar algunas cosas...

El enano se levantó exaltado, como si una pesadilla le hubiera atormentado, pero enseguida se serenó y nos miró, saludó y se presentó.

Que tal?, Nevadar. Gremli, creo haber oido ese nombra entes; y Mirimë, no le había preguntado el nombre a la chica, me distrajo con otras cosas. Bueno, ahora me tiro yo, dejame ese lugar. cambio lugares con el enano, y me hecho, una porquería, me hace doler la espalda, busco algo para acolchar, cierro los ojos, y me hago el dormido.

Los saltos de la carreta y el olor de los benditos nabos empezaban a saturar mi paciencia. Me gusta viajar! Pero me resulta mas ameno cuando no hay una carreta cargada de nabos y gentes extrañas entre el caballo y yo. En fin, es un asunto interesante de todas maneras.
Nevadar sugería una teoría a confirmar "manchandose" las manos. Se lo dejo a él por el momento; no soy adepta a manejar así las cosas. Aunque si la situación lo llegara a requerir no dudaría ni un instante...

En tanto la carreta seguía hacia el rumbo que cuanto menos yo desconocía, el enano despertó precipitado. Nos miró a Nevadar y a mí, y luego nos dijo que su nombre era Gremli. Al escuchar ese nombre mi acompañante de asiento hizo una mueca , como si tartara de recordar o entender algo. Sin embargo lo que sea que pensaba en ese momento pareció importarle poco , puesto que se tiró a descanzar donde antes estaba Gremli, y se quedó dormido.

Este sujeto Gremli parecía compensar lo que le faltaba en centimetros con rudeza. Cada una de sus expresiones daba a entender eso.

-Al parecer, Maese Gremli , este viaje es hacia ninguna parte. Tiene idea de cual es el paraje al que nos dirijimos? Yo por mi parte lo encuentro bastante tedioso esto de no saber hacia donde vamos...

Lindo mangual, por cierto, donde lo consiguió? Yo intenté conseguir un mayal hace unos meses, pero son bastante pobres en su confección...en cambio esto se ve de una calidad superior...herrería de enanos, presumo...

-mhhh...no se a donde vamo pero algo me dice que aca se va a armar la podrida.
-Este mangual me lo dio el lider de mi pueblo cuando me fui. Este cristal de aca(se lo señalo) cambia de color a veces, pero no entiendo por que. Sabes algo de encantamiento en armas?

3

La tarde se cierne sobre Eriador. La luna apenas asoma, y hace unos minutos que el viento comienza a hacerse notar.
Las carretas avanzan, y todo parece más que tranquilo en el ancho camino hacia el este. De vez en cuando, algún que otro mercader desinteresado, campesinos que van a la ciudad en busca de semillas, o bien pequeñas milicias que se movilizan en alguna especie de guardia vespertina hacen a los viajantes voltear la cabeza, para observar algo más que el repetitivo paisaje.
Sin embargo, esta tarde el viaje no es tan monótono. Los integrantes del grupo dieron amplias muestras de su capacidad de adaptación y, si bien el viaje no es del todo cómodo, se han podido encontrar formas de soportarlo dignamente. El sueño fue, para algunos la alternativa más cómoda (a pesar de la dureza de los nabos). Otros, en cambio, se contentaron con compartir el pan del camino con sus compañeros de viaje. De todas formas, no faltó la charla, aunque, en este caso la misma se dio dentro de las diferentes carretas.
Por la mañana, Nevadar el habló un buen tiempo con Mirimë. Compartieron pipa e intercambiaron opiniones, más que nada las relacionadas con el viaje y sus actuales “guías”. Aunque en esencia se mostraron indiferentes en cuanto al tema, no dejaron de expresar su descontento ante la extraña forma en que estaban siendo tratados. Mas tarde Gremli, el enano, despertó de un sobresalto de su siesta, dejándole el turno a Nevadar y entablando así una charla con la mujer rohirrim, aparentemente acerca de armas.
Para ese momento, Alklord y Gegren habían podido sostener una interesante charla, acerca del futuro de su viaje y de la rareza del mismo. Concluyeron, a diferencia de sus vecinos de carreta, en que los espera algo que probablemente sea peligroso, y que no es conveniente ignorar totalmente a quienes los contrataron, gente extraña ya de por sí.
Por la tarde, Gegren no pudo con su curiosidad y se acercó a la mujer y el viejo a preguntarles cuál es el verdadero propósito de la comitiva. A esta acción, todas las carretas se detuvieron, y todos callaron, deseosos de escuchar la respuesta. La dama giró lentamente su mirada hacia su emisor y contestó, con impresionante altivez:
- Bien sabes tu y tus compañeros que no están aquí únicamente para transportar nabos. Esto, supongo, debería servirte, Gegren, aunque no dudo que lo imaginabas. He oído como todos hablan allí atrás y sé que les resulta, cuando menos incómodo no tener idea de nada. Pero debes entender que, en su debido momento, llegará la hora en que lo entenderás todo. -
Antes de la posible respuesta del animista, Meriadoc, el hobbit, saltó de su carro y se interpuso entre Gegren y la dama, alegando con fervor.
- Señora, no puede ser así con nosotros. No dudo de la importancia de su empresa, al contrario, creo que es justamente eso lo que hace que deba comentarnos sobre su naturaleza. De otro modo, la curiosidad nos matará; nos volverá desconfiados, y recelosos. Por favor, le ruego, si hay algo que sobra en este grupo, es la discreción Sea juiciosa, estimada… -
- Pol. Así me llaman en casi todos lados, quienes me quieren y los que me odian. Y el que me acompaña es el señor Lobo. -
- El Viejo Lobo, como me dicen los jóvenes de estas tierras- respondió aprehensivamente el anciano. A esto le siguió un intercambio de palabras entre él y la dama, aparentemente desarrollado en alguna lengua élfica (probablemente Quenya). Luego de esto, Pol se dirigió nuevamente a Meriadoc y a Gegren.
- Señores, comprendo su preocupación. Por eso hoy por noche, cuando alcancemos las puertas de la ciudad, ya adentrados en el centro de Rhudaur, hablaremos acerca de lo que nos espera en los próximos meses. No comentaremos mucho, porque ni siquiera nosotros conocemos sabemos bien que es lo que haremos. Pero ahora les digo: paciencia y discreción, que aún falta un trecho. El resto de esta jornada será larga, y créanme, es necesario que así sea. -
En ese instante, un cuervo pasó por encima de las carretas, yendo a parar a un costado del camino. Esto fue divisado por Lobo, quien dijo:
- Muy necesario, Pol. Sé que estos caminos no son tan seguros como parecen, y numerosos peligros nos acechan en estos tiempos. Pero, Ea, basta de charlas, sigamos y no perdamos el paso, que pronto estaremos nuevamente ante el calor de una posada, aunque para esto falten todavía unas cuantas horas. -
Dicho esto hizo una seña a Gegren y a Meriadoc, para que vuelvan a su carreta. Luego, miró fijamente hacia atrás un par de veces e intercambió un par de palabras más con la dama Pol. Finalmente, ordenó a sus caballos avanzar, y estos no desobedecieron.
El viaje, al parecer, se prolongará al menos parte de la noche, y quienes guían prometieron revelar sus propósitos una vez alcancen la ciudad, su próximo destino. A su vez, las respuestas dadas fueron escuchadas por todos, e hicieron parecer la cosa más seria aún de lo que hasta ahora aparentaba ser.

Al ver a mi compañero de carreta y nuevo amigo avanzar sobre la carreta de los ancianos, me vi obligado a prestar considerable atencion puesto que lo que podian decir los ancianos aclararian nuestras sospechas.
Fue entonces cuando la mujer comenzo a hablar en voz clara y fuerte, la cual pudimos oir todos. Note como todos obserbaban atentamente a la anciana hasta que el pequeño hobbit reacciono de una forma que me causo mucha gracia y dibujo una mueca sonriente en mi cara.
Al parecer los peligros serian mas misteriosos de los que imaginaba, pero aun sabia que allí, en alguna parte los encontraríamos. Por lo que oi la anciana y el viejo no saben que será lo que harermos luego de llegar a nuestro destino, esto debe ser porq hay alguien mas en todo esto que no ha dado la cara y es quien mando a estos ancianos y al jovencito a contratarnos. La jornada sería larga "necesariamente" por lo que han dicho, por lo que imagino que estaremos esquivando algun camino peligroso, aun mayor del que enfrentaremos.
Son suposiciones aceleradas pero no lo descartaria, es peligroso preocuparse antes de tiempo, seria un innecesario agotamiento mental
La conversación seguía su ritmo y fue cortada por un cuervo que sobrevolo nuestras cabezas, todos lo miramos como descendia cerca nuestro y se posaba a un lado, realmente sospecho profundamente de sus intenciones, pero creer que podría tratarse de un espia o alguna señal de peligro era inevitable.
Finalmente hablo el viejo y el hobbit y Gegren retornaron a sus carretas.

Mientras posaba su primer pie dentro de la carreta le dije al joven:

-Parece que esto sera mas entretenido de lo que imaginamos, no me quiero imaginar que tipo de peligros allaremos, de todos modos el dinero esta en nuestros bolsillos, jaja

luego de una breve e intensa risa mire al cielo y vi dibujado en las nubes del atardecer el rostro de mi padre, sonrei y cerre los ojos para relajarme sin intenciones de dormir...

Turno 3: -Gegren "el sabio"-

Gegren escuchó las respuestas que la dama le había dado, eran lo esperado.
Llegó la noche y Gegren y su grupo seguían viajando, todo era intrascendente para él, comió y se mantuvo en la carreta, mantuvo algunas vagas conversaciones con sus compañeros de carreta. Luego se fue a dormir. Cerró los ojos y recordó sus antiguas aventuras. El enano apareció en un sueño de él, no era su raza favorita.

4

La noche es ya total. La falta de luna da una oscuridad casi completa, apenas compensada por las numerosas estrellas que cubren el cielo, despejado hace ya un par de días. El aire es frío, muy frío.
Y la idea de Lobo no resultó del todo convincente cuando, aproximadamente media hora atrás dijo al grupo de las carretas traseras: - ¡Ey!, ¡Vamos a tomar por un camino alternativo, para llegar más rápido! ¿De acuerdo?-
Y la verdad es que el frío impacienta, y llegan momentos en que el cansancio no da elección. Alcanzar la ciudad esta noche era importante, y todos lo sabían. Las últimas palabras de Pol daban esa sensación de “llegar esta noche, a toda costa”. Pero: ¿Por qué? ¿Valía la pena el riesgo? ¿Estarían yendo directamente hacia la ciudad?
Ahora este camino era mucho más cerrado (apenas entraba una carreta en él), y densas arboledas se extendían a sus alrededores, ocultando la visibilidad lateral. El pequeño muchacho, lejos de estar cansado, parecía incómodo, más bien irritado. Esto lo notaron Pol y el Viejo Lobo, quienes intentaron acelerar el paso de sus caballos. Sin embargo, y como es de esperarse después de una jornada tan larga, los animales no respondieron a los latigazos. Al parecer, el cansancio los agobiaba más que a nadie.
El ambiente era denso, y los quejidos del niño insoportables. De repente, como una masa que va tomando forma, una luz tenue apareció a lo lejos, en un costado del camino, ya dentro un mismo bosque. Aparentemente la luz era producto del fuego, por su tipo de destello. Minutos después, un par de ojos brillantes asomaron por entre un arbusto (esto fue solamente notado por Gegren, Alklord y Meriadoc; el resto tan sólo percibió un leve movimiento entre los matorrales), mirando directamente hacia las carretas, como intentando escrutar algo dentro de ellas.
Repentinamente, el pequeño no soportó más. Pegó un súbito grito de susto y, saltando de su carreta (la segunda en orden) comenzó a correr, producto del pánico, hacia el centro del bosque, en dirección opuesta a la luz y el par de ojos previamente avistados.
El debate interno se plantea entonces en la cabeza de los integrantes del ya extenuado grupo. Por un lado, algo se aleja en la oscuridad desesperadamente; por otro, algo parece acercarse e intenta espiar. Adelante, Lobo y Pol charlan, aunque esta última acaba de girar la cabeza hacia atrás con gesto preocupado, al escuchar los briosos bramidos del muchacho.

La noche era muy agradable aunque no podia opinar lo mismo del olor y comodidad de la carreta. Divagando pr dentro miraba tranquilamente las estrellas mientras otros dormian. Aun no estaba agotado ni mcho menos, la comodidad de la carreta dificultaba un poco el descanso y el niño estaba colmando mi paciencia.
Sentia la fresca brisa muy confortable y los matorrales que a nuestro alrededor se extendían me recordaban a mi largo y fatigante viaje sin rumbo que habia concluido dias atras.
De pronto mientras me ensimismaba aun mas en mis pensamientos, un brillo extraño surgio frente a nuestro camino. Mientras veia como la luz se desplazaba e iluminaba los arboles que a su alrededor yacian, un ruido sorpresivo hizo girar mi cabeza directamente a los matorrales; y alli estaba, dos ojos llenos con un terrible y atemorizante fulgor miraba las carretas.
En el fondo escuche los pasos y gritos del joven que atemorizado corria alejandose de las carretas, aunque no podria precisar en que direccion; fueron muy distantes ya que mi atencion estaba compenetrada en ese extraño ser que aparecio sorpresivamente.
Tome la lanza que tanto habia cuidado, y que yacia a un lado mio apoyada en la carreta, y apoyando una mano sobre uno de los lados de la carreta salte hacia el suelo sin quitar mis ojos de aquiellos brillantes que nos observaban. Mientras tanto podia escuchar voces, sin duda eran nuestros guias, sus voces eran bajas e inentendibles, por lo menos a la distancia a la que me encontraba.

Finalmente, cerca del atardecer, caí dormido, pero ahora no es mi fuerza de voluntad lo que me mantiene despierto, sino los molestos quejidos del niño, como vine a parar aca?, la falta de sueño, el constante repiqueteo de la carreta, y el maldito olor a nabos, me estaban estresando, pero esto ya es suficiente.
Escucho un grito, es del muchachito insoportable, saltó de la carreta, y ahora no solo el olor de los nabos me hace sufrir, evidentemente hay algun peligro, pero ese olor... orcos...?
AAAaaahhh!, una euforia, intrínsica ante uno de mis mayores prejuicios, se apoderó de mi. saqué mi arco, y mi siguiente movimiento es cargarlo mientras investigo en todas direcciones, tratando de confirmar mis sospechas.

Turno 4: -Gegren "el sabio"-

Estaban en la carreta, viajando, el niño estaba intenso, Gegren es paciente , no le molesta, si se queja es por algo. El niño corrió, Gegren, ni bien lo escucho salir de la carreta, fue a buscar un caballo y fue en busca del niño, lo alcanzó a unos 100 metros lo subió a su caballo y le preguntó que era lo que le pasaba.

"PELIGRO"

El hombre se levanta de repente y agarra el arco. Empieza a mirar para afuera de la carreta como que algo malo anda afuera. Entonces agarro la maza y de un salto me bajo de la carreta. No vaya a ser q maten a los q me van a pagar. Aguardo a ver si hay algo en la noche

el foro este fraaso y callo mal habira que cerrarlo no?

jejeje